

Por: Josué Bossi
Hoy, en un nuevo aniversario en el que conmemoramos a los caídos y veteranos de Malvinas, no podemos dejar de recordar a nuestros héroes, aquellos que entregaron su vida en defensa de la patria, en el marco de una guerra que nunca debió existir.
Uno de esos héroes fue Mingo, un joven carismático, trabajador y querido por sus vecinos. Sus camaradas lo recuerdan como un compañero alegre, quien en la guerra siempre estaba dispuesto a hacer más llevaderos esos días interminables en el Atlántico Sur.
Lamentablemente, Mingo perdió la vida a tan solo horas de culminar el enfrentamiento. Desde entonces, la lucha por mantener viva su memoria recayó en su familia y en toda una comunidad comprometida a acompañar aquel terrible dolor.
Rosa Rodríguez, una de sus hermanas menores, junto a su madre, Nélida Inés Alfaro, lo buscó incansablemente durante más de 28 años, con la esperanza de que un día regresara a casa. Antes de fallecer, Nélida recibió la noticia de que Mingo había perdido su vida horas antes de finalizar el conflicto bélico.
Hasta 2017, Rosa no pudo llorar a su hermano frente a su tumba. Durante décadas, su cuerpo y el de muchos otros combatientes yacieron sin identificación, marcados con una placa que rezaba: "Soldado solo conocido por Dios". Fue gracias a un programa humanitario liderado por el gobierno y con el trabajo en conjunto de la Cruz Roja que, finalmente, pudieron identificarlos.
Desde entonces, Rosa ha dedicado su vida a honrar la memoria de su hermano. Participa en actos conmemorativos en la ciudad y la región, sosteniendo el legado que su madre le encomendó. Es un ejemplo de lucha, constancia y superación, transformando su dolor en acciones que reivindican el espíritu de Mingo, quien con coraje y honor peleó por defender a su país.
Hace unos días, Rosa viajó a la Ciudad de Buenos Aires para asistir a la presentación del libro Nuestras Mujeres en Malvinas, escrito por las periodistas Silvia Cordano y Beatriz Reynoso. Esta obra recoge la voz de 11 mujeres valientes que vivieron en carne propia el dolor y las consecuencias de la guerra.
En diálogo con Metanoia, Rosa confirmó que próximamente se realizará en nuestra ciudad la presentación del libro, la cual la tiene muy entusiasmada.