Por: Redacción
El 21 de septiembre de 1884, la locomotora “La Luz del Desierto” atravesó por primera vez la estación de lo que hoy es Roque Pérez, marcando el inicio de su historia como pueblo. En ese momento viajaba el Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Dr. Dardo Rocha, y una gran cantidad de vecinos se reunió para recibirlo y celebrar la llegada del ferrocarril.

Archivo fotográfico del 21 de septiembre de 1884
Todo comenzó en 1883, cuando Dardo Rocha adquirió del Ferrocarril Oeste el ramal hasta Lobos, con planes de extenderlo hasta Saladillo. Aunque el terreno más adecuado para la estación era la zona del Almacén “La Paz”, por motivos políticos y estratégicos se eligió el recorrido que establecía la conexión del paso del tren con la estancia "La Porteña".
Trabajadores ferroviarios años 70
Fue entonces cuando Juan Espelosín, ya radicado en estas tierras desde 1870, donó los terrenos necesarios para la estación, galpones y desvíos, con la única condición de que no se estableciera ningún otro comercio.
Según los datos oficiales el 21 de septiembre de 1884, visitó la localidad el Gobernador Dardo Rocha, quien propuso bautizar la estación. Los vecinos sugirieron honrar a Juan Espelosín, presente en la reunión, por ser uno de los fundadores más destacados de la zona. Sin embargo, Espelosín rehusó el reconocimiento y propuso, con entusiasmo, que se eligiera el nombre de Dr. José Roque Pérez, un hombre de gran trascendencia en la política nacional y propietario de extensas tierras, fallecido años antes durante la lucha contra la fiebre amarilla.
Locomotora Luz del Desierto
Desde aquel día, la estación llevó su nombre y dio origen al pueblo de Roque Pérez, que con el paso del ferrocarril comenzó a crecer y desarrollarse como una comunidad pujante. Años más tarde, en 1906 y 1910, se presentaron varios proyectos para organizar el partido y consolidar su autonomía municipal, hasta que finalmente se reconoció la independencia de nuestra ciudad el 24 de junio de 1913.
Estación actual
Hoy, 141 años después de aquel primer viaje, la comunidad celebra el paso de “La Luz del Desierto” como un momento fundacional, recordando a los vecinos pioneros y el papel crucial del ferrocarril en la conformación de la identidad local.