

Por: Redacción
Durante la conmemoración del cincuentenario de la autonomía de Roque Pérez, surgió la necesidad de contar con un símbolo que representara espiritualmente a la comunidad. En ese contexto, la comisión organizadora de los festejos decidió convocar a un concurso privado para la creación de un escudo que reflejara los aspectos más representativos del municipio.
Entre los modelos presentados, fue seleccionado el diseño realizado por la profesora de Bellas Artes Alcira Haydée Lota, una joven artista local que supo condensar en su obra los valores, la historia y el trabajo de la comunidad roqueperense.
El escudo elegido tiene una fuerte carga simbólica. En su parte superior se alza la cruz de Cristo, como expresión de la fe religiosa que caracteriza a gran parte del vecindario. Este símbolo espiritual se proyecta atravesando el mapa del partido, acompañado por la fecha del cincuentenario, una rueda de trabajo y un camino, como representaciones del esfuerzo colectivo y del progreso.
A ambos lados del escudo, se destacan una cabeza vacuna y una espiga de trigo, que simbolizan los pilares productivos de la zona: la ganadería y la agricultura. Estas actividades no solo sostienen la economía local, sino que forman parte esencial de la identidad regional.
La propuesta de Alcira fue elegida no solo por su valor artístico, sino también por captar con sensibilidad los rasgos más salientes de la breve pero rica historia del distrito. Por esa razón, se propuso su adopción oficial como emblema del municipio.
Dado que el concurso fue de carácter ad honorem, el reconocimiento hacia la autora se considera aún más meritorio. Alcira Haydée Lota es nieta de la señora Ángela Pascual de Cora y cursó sus estudios en la Escuela de Artes Visuales Prilidiano Pueyrredón de la Ciudad de Buenos Aires, de la cual egresó en 1958.
Además de su labor artística, Alcira se dedicó a la docencia, enseñando dibujo en el Colegio Secundario Dr. José Roque Pérez, en el Instituto Niño Jesús y en la Escuela Profesional Dr. Héctor Taborda de Saladillo.
Su aporte al patrimonio simbólico de Roque Pérez no solo enriquece la memoria colectiva, sino que reafirma la fuerza de los lazos entre arte, comunidad e historia.