Por: Martín Goñi

A lo largo de casi 40 años, Marime Severini ha sido sinónimo de tenis en nuestra ciudad. Desde muy joven comenzó a enseñar en el Country Club, y hoy continúa al frente de una escuela que ha crecido en cantidad de alumnos, en competencias y, sobre todo, en valores.

En diálogo con Metanoia, la profesora repasó el presente del deporte, los torneos que se están disputando y el trabajo que realiza junto a su equipo. Con la misma pasión de siempre, aseguró: “El año que viene cumplo 40 años de enseñanza, toda mi vida en el club, al cual amo. El tenis es mi pasión”.

Un año de logros y competencia

Consultada sobre el desempeño de sus alumnos, Marime destacó el buen nivel alcanzado: “El nivel es muy bueno. Están compitiendo a nivel local, zonal y los menores también participan en torneos nacionales”.

En lo que va del año ya se disputaron dos fechas del ranking, está en marcha la tercera y próximamente se desarrollará un torneo de dobles, seguido del Masters. Además, se organizaron torneos relámpagos por equipos, que contaron con una gran participación de jugadores y público.

Este año, los torneos del ranking están a cargo de Sebastián Alegre, mientras que los relámpagos los organiza la propia Marime. También trabajan en conjunto en los torneos de menores y en otras propuestas que surgen durante el verano.

Un equipo con raíces locales

Otro de los pilares del proyecto es el equipo de profesores que la acompaña. “Estoy orgullosa del equipo que formé. Son alumnos míos, se formaron en el club y hoy cada uno brinda clases con diferentes estilos y horarios para que los chicos puedan elegir”, comentó.

El grupo está integrado por Soledad Coppari, Sebastián Alegre, Fernando Baz y en la preparación física, Facundo Rivolta.

Promesas que crecen

La escuela también tiene una camada joven que ya está mostrando su potencial en distintas categorías.

“Tenemos chicos en sub 8, sub 10, sub 12 y sub 14 que están compitiendo a nivel local y nacional. La idea es que lo sigan haciendo y seguir formándolos”, explicó Marime.

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Una vida entera en el club

Hablar de Marime es hablar de tenis, de formación y de pertenencia. Cuando se le pregunta si siente que dejó una huella en el deporte local, responde con humildad:

“No sé si dejé una huella, pero sí sé que trabajé y sigo trabajando con la misma pasión. Transmitiendo valores, enseñanzas, orden, respeto… Eso es lo que quiero y lo que queremos transmitir como equipo”.

Además de su equipo, destaca el rol de la institución y de cada persona que colabora con la actividad:

“El club me da libertad y trabajamos tranquilos. Lo mismo con toda la gente que forma parte: los cancheros, secretarias, empleados, JBurger… somos una gran familia que tira para adelante. Ni hablar de las familias y los alumnos, que son el pilar fundamental para que esto siga creciendo”.

Para Marime, el crecimiento del tenis en Roque Pérez no es casualidad. Es fruto del compromiso, el trabajo colectivo y una vocación que no se detiene.

“El tenis creció muchísimo y se lo agradecemos infinitamente a las familias y los alumnos que confían en este equipo”, concluyó.