

Por: Redacción
Cada 13 de junio se celebra en Argentina el Día del Escritor, una fecha que rinde homenaje a Leopoldo Lugones, quien nació ese día en 1874 en Villa de María del Río Seco, provincia de Córdoba. Su aporte a la literatura y la cultura nacional lo convirtió en una de las figuras más influyentes de su tiempo.
La fecha fue instituida por la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), organización que el propio Lugones fundó en 1928. Esta institución tiene como objetivo principal defender los derechos de autor, apoyar a los escritores y fomentar la producción literaria nacional.
Leopoldo Lugones no solo fue escritor: su talento abarcó múltiples disciplinas. Fue poeta, ensayista, narrador, dramaturgo, periodista, traductor, pedagogo y político. Además, se lo reconoce como precursor de la literatura fantástica y de ciencia ficción en Argentina, con obras que aún hoy son estudiadas por su riqueza estética e intelectual.
Durante su vida, viajó por Europa y residió en París antes del estallido de la Primera Guerra Mundial. A su regreso al país, se desempeñó como director del suplemento literario del diario La Nación y como bibliotecario del Consejo Nacional de Educación, espacios desde los que promovió la lectura y la cultura.
Los últimos años de su vida estuvieron marcados por el desencanto político y conflictos personales. Afectado por la frustración que le generaba no poder avanzar en una biografía sobre Julio Argentino Roca y golpeado por una profunda crisis emocional, decidió quitarse la vida el 18 de febrero de 1938, en una isla del Delta del Paraná. Su trágico final fue producto de una mezcla fatal de whisky y cianuro.
A pesar del tiempo transcurrido, el legado de Lugones continúa vigente. Cada año, el Día del Escritor es una oportunidad para recordar no solo su figura, sino también para celebrar el valor de la palabra escrita y reconocer a todos los escritores y escritoras del país, y de nuestra comunidad cuyas obras enriquecen nuestra identidad y patrimonio cultural.